martes, 21 de julio de 2020

TEMA 12. Educación para la salud familiar


La educación para la salud familiar es cualquier combinación de actividades informativas y educativas que lleven a una situación en la que la gente desee vivir sana, sepa como alcanzar la salud, haga lo que pueda individual y colectivamente  para mantenerse en salud y busque ayuda cuando lo necesite” (OMS 1983) con el objetivo de proporcionar a la población, conocimientos, habilidades y destrezas necesarias para la promoción y protección de la salud individual, familiar y de la comunidad. 
https://youtu.be/zDJ1gSCwSYk (vídeo de clase) 

lunes, 13 de julio de 2020

TEMA 11. ATENCIÓN MEDICA FAMILIAR ANTICIPATORIA ANTE ENFERMEDADES FRECUENTES

Actividad física para la salud » El blog de Jorge Prosperi

TEMA 11. ATENCIÓN MEDICA FAMILIAR ANTICIPATORIA ANTE ENFERMEDADES FRECUENTES: Diabetes Mellitus, hipertensión arterial, cáncer, cardiopatías, etc.

La forma óptima de tratar prácticamente todas las enfermedades, incluido el cáncer, es la prevención.

El medico de primer contacto es el encargado muchas veces de dar atención a toda la familia o a la mayoría de los integrantes por lo que tiene un amplio conocimiento sobre determinantes y antecedentes de relevancia sobre enfermedades por las que pase algún integrante de la familia, pues una historia familiar positiva es un factor de riesgo para muchas enfermedades crónicas, ya que refleja las consecuencias de la susceptibilidad genética, el entorno compartido y los comportamientos comunes.

Un historial de salud familiar detallado es una herramienta muy útil para la evaluación del riesgo de enfermedades crónicas comunes. Los riesgos relativos y los odds ratios para varios tipos de cáncer, accidente cerebrovascular, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares se doblan si hay un pariente afectado de primer grado y se cuadruplican si hay más de un familiar de primer grado afectado, por lo que este apartado en la historia clínica no puede dejar de realizarse para que de esta manera se pueda lograr dar una mejor atención medica anticipatoria y preventiva ante enfermedades frecuentes dentro de la familia.

La notable carga humana y social que determina la diabetes de tipo 2 y la dificultad para tratarla de forma eficaz cuando está desarrollada la convierten en un objetivo adecuado para la prevención. Además, la existencia de un estado definido de aumento del riesgo, la prediabetes, permite identificar a los pacientes con más probabilidad de obtener beneficio. Las intervenciones que se han estudiado hasta la fecha incluyen cambios en el estilo de vida como pérdida de peso y ejercicio, así como varios fármacos antidiabéticos.

En el caso de enfermedades como la hipertensión, donde el tratamiento dura toda la vida, el control de la hipertensión arterial en personas hipertensas no restablece el riesgo cardiovascular a la normalidad, y la mayoría de las personas hipertensas no alcanzan las lecturas de presión meta. Los individuos más importantes a los que apuntar son aquellos con prehipertensión. La prevención de la hipertensión implica la optimización de los factores de riesgo modificables. Mantener un peso corporal saludable, evitar fumar y moderar el consumo de alcohol son factores clave para minimizar el riesgo. Además, realizar ejercicio cardiovascular regular de intensidad moderada y comer una dieta saludable sin exceso de sodio o grasa puede ayudar a reducir significativamente el riesgo cardiovascular y optimizar la salud.

La prevención del cáncer es la estrategia más rentable a largo plazo para el control del cáncer. Está bien establecido que aproximadamente entre un tercio y la mitad de todos los cánceres que se producen en adultos en la población occidental se pueden prevenir mediante la adopción de estilos de vida saludables y eliminar o minimizar la exposición a factores de riesgo asociados al estilo de vida, como el consumo de tabaco explica el 30% de todas las muertes por cáncer, la obesidad está vinculada ahora a 13 tipos de cáncer diferentes, el alcohol se ha demostrado que aumenta de manera convincente el riesgo de al menos seis tipos de cáncer: 1) oral y faringe; 2) laringe; 3) esofágico (de células escamosas); 4) colorrectal (en los hombres solamente); 5) mama; e 6) hígado y el uso del cribado y pruebas de detección temprana, así como los agentes preventivos moleculares (p. ej., aspirina, tamoxifeno, la vacuna contra el virus del papiloma humano [VPH], etc.), cuando sea necesario.

Para el médico clínico, el conocimiento de los factores causales (etiología o etiopatogenia) es también la base para sus actuaciones de prevención, pero puede tener además importancia en la realización del diagnóstico diferencial, en la justificación de las indicaciones terapéuticas y, en ciertos casos, en la evaluación del pronóstico. En este sentido, al médico clínico le pueden interesar los factores de riesgo determinantes de casos individuales. El conocimiento de las causas de una enfermedad le será útil para identificar qué individuos tienen mayor probabilidad de contraer la enfermedad, para identificar entre sus pacientes a los individuos de más alto riesgo de enfermar y para evaluar en cuáles se puede obtener un máximo beneficio de la intervención preventiva o terapéutica.

Bibliografía:

A.   M. Zurro, C. A. González, A. Agudo, Factores de riesgo, promoción y prevención: bases conceptuales, 2019. Elsevier España, S.L.U.

M. G. Girbaua,, M. P. Viguésc, et al, Theoretical models of health promotion in primary healthcare everyday practice, Gac Sanit. 2019. https://doi.org/10.1016/j.gaceta.2019.06.011

 



domingo, 5 de julio de 2020

TEMA 10. ABORDAJE DE LAS CONDUCTAS DE RIESGO PARA LA SALUD


ABORDAJE DE LAS CONDUCTAS DE RIESGO PARA LA SALUD

Son conductas de riesgo aquellas acciones voluntarias o involuntarias, realizadas por un individuo o comunidad, que puede llevar a consecuencias nocivas. Son múltiples, y pueden ser biopsicosociales. El estudio de ellas ha mostrado que son particularmente intensas en la adolescencia.

Tabaquismo. Gran parte de los pacientes que acuden a cualquier consulta médica, independientemente del nivel asistencial donde la consulta tenga lugar, presentan la condición de fumador. El tabaquismo es una de las principales causas de enfermedad, discapacidad y muerte, y muchos fumadores desconocen las graves consecuencias que produce su uso continuo. Afortunadamente, hoy día la concepción del tabaquismo ha cambiado, considerándose uno de los principales problemas de salud pública y la primera causa de muerte evitable en los países desarrollados; sin embargo, estamos aún lejos de conseguir que su abordaje terapéutico forme parte de las actividades diarias en las consultas de medicina. En el mejor de los casos se realiza una anamnesis del hábito tabáquico (generalmente incompleta, ya que no suele figurar la fase en la que se encuentra el paciente dentro de su proceso particular de abandono del tabaco, ni el grado de dependencia nicotínica que presenta), y se ofrece un consejo sanitario que no siempre se acompaña de la entrega de material de apoyo por escrito ni de un seguimiento del paciente. El abordaje farmacológico queda relegado, en la mayoría de los casos, a unidades especializadas de tratamiento del tabaquismo, que debido a su escaso número ofrecen una baja cobertura poblacional, con pocas posibilidades de modificar sustancialmente el problema de salud pública que representa el consumo de tabaco. No hay duda de que la intervención mínima es una actividad que deben realizar los médicos de atención primaria.

Las acciones que impulsa el IMSS para erradicar el consumo del tabaco inician en las Unidades de Medicina Familiar, donde se identifica a los derechohabientes que desean dejar de fumar, y se les plantea iniciar con el manejo de consejería médica. Utilizar el modelo transteórico de Prochaska y DiClemente para ayudar a los fumadores en el proceso de abandono de consumo de tabaco y para conocer la motivación del fumador puede utilizarse el test de Richmond que consta de cuatro sencillas preguntas, y valora entre 0 y 10 el grado de motivación, aunque debemos señalar que aún no está validado en la población mexicana.

Alcoholismo. El consumo excesivo y crónico de alcohol conlleva importantes y diversas complicaciones médicas y psiquiátricas que constituyen uno de los problemas sanitarios más importantes, tanto en los países industrializados como emergentes. Por dicho motivo, el abordaje terapéutico del alcoholismo es complejo y precisa de una atención especializada y específica que debe ser integral y multidisciplinar, incluyendo tanto intervenciones personalizadas como grupales. La detección de las complicaciones relacionadas con el alcohol se suele realizar en el marco de los equipos de Atención Primaria, sin embargo, hay que tener mucho cuidado sobre a quién se le debe ofrecer la ayuda ya que hay muchas personas que niegan tener un problema con esta sustancia.

A pesar del grave problema de salud pública que representa el alcoholismo y el abuso del alcohol, en nuestro país son pocos los alcohólicos que solicitan ayuda. Los estudios señalan que sólo una de cada tres personas que presenta dependencia del alcohol opta por solicitar ayuda para tratar de solucionar su problema. Otras investigaciones han documentado la forma en que las familias mexicanas tienden a ocultar el problema por un tiempo significativamente mayor que en otros países, con un costo elevado para la salud y el bienestar tanto del enfermo como de su familia. Se debe aconsejar tener bueno estilos de crianza, desde la niñez debe haber límites, buena comunicación para que en la adolescencia sea más difícil caer en este tipo de conductas que puedan prevalecer en la vida adulta.

Sedentarismo. El sedentarismo es un factor de riesgo independiente de enfermedad cardiovascular, y una de las principales causas de mortalidad. Como consecuencia, las sociedades científicas recomiendan el consejo sobre actividad física desde atención primaria. En las últimas tres décadas ha sucedido un cambio importante en el modo de vida de la población. La creciente urbanización modificó, no solo el paisaje, pues las escasas zonas verdes fueron desplazadas por fábricas y viviendas, calles y autopistas se trazaron en su gran mayoría sin planificación; la ineficiencia del transporte urbano que provoca la preferencia en la circulación de los vehículos de motor y la desmedida inseguridad en los vecindarios, son algunos de los factores que determinan el modo de vida sedentario en la Ciudad de México. Frente a esta situación, el IMSS desarrolla programas y proyectos de interés social, para otorgar atención integral de calidad a los derechohabientes que padecen sobrepeso y obesidad, con el propósito de limitar las consecuencias metabólicas de la enfermedad, mejorar su calidad de vida y lograr mayor eficiencia en el uso de los recursos.

Estrés. Los programas para mejorar el afrontamiento del estrés incluyen una serie de técnicas tales como entrenamiento en relajación, reestructuración cognitiva y manejo del tiempo, entre otras. Su aplicación ha mostrado su importancia en el campo de la Psicología de la Salud. Las diferencias individuales en la aparición del estrés son importantes ya que hay personas que tienen una reacción negativa al estrés, otras que no presentan ninguna reacción y otras que convierten la situación en una oportunidad para mejorar o aprender. Este tipo de reacción depende de la actitud cognitiva y de la forma de procesar la información que reciben del exterior y de interpretar la realidad que viven. Algunos factores determinantes de la susceptibilidad individual al estrés son: una personalidad hostil, la capacidad de afrontamiento, las condiciones socioeconómicas y el apoyo social, otros son la edad, el sexo y la situación concreta de enfermedad o de discapacidad crónica. Entre las opciones más importantes para afrontar el día a día, y consecuentemente el estrés, está el cuidado de uno mismo. Llevar una correcta alimentación, equilibrada y variada, es la base de un funcionamiento diario positivo. El control del peso, de la tensión arterial y de otros parámetros biológicos como los lípidos y el colesterol depende en gran medida de lo que comemos. Dormir y descansar lo necesario se convierte en la principal función reparadora. Practicar la relajación y otras actividades gratificantes, hobbies, deportes y evitar el sedentarismo se relacionan con una menor incidencia de estrés. Además de favorecer los hábitos saludables, es conveniente disminuir o eliminar los hábitos tóxicos, como el consumo de tabaco y de alcohol, el abuso de estimulantes y otras sustancias psicoactivas.

Trabajar con factores y conductas de riesgo y actuar sobre ellos previniendo las posibles consecuencias dañinas para la salud a mayor conocimiento de los eventos negativos, mayor posibilidad de evitarlos, pero se ha demostrado que no basta tener conocimientos adecuados para generar cambios.


Bibliografía

P. Muñoz, R. Córdoba, Autonomy and heteronomy, a necessary alliance to address smoking cessation. Views of professionals and patients, Gac. Sanit., 2019, vol 33, pp 401-407, disponible en https://doi.org/10.1016/j.gaceta.2018.04.018

A. Gual y L. Miquel, New perspectives for the treatment of alcoholism, Med Clin, 2015, vol 144, pp 24-25, disponible en https://doi.org/10.1016/j.medcli.2014.07.020