El trabajo centrado en la
familia se considera como punto central de la intervención sobre todo en casos
especiales como la discapacidad, adultos mayores, familias desplazadas y
familias migrantes, para fortalecer las capacidades familiares, aportándoles la
formación y colaboración necesarias y apoyándoles en la búsqueda de estrategias
para resolver sus necesidades. Se trata, por tanto, de aumentar o crear sus
capacidades para fortalecer el poder y control de la familia.
Para poder ayudar a estas
familias se debe realizar una evaluación, requiere que indaguemos sobre las
competencias, prioridades, necesidades, creencias y valores, rutinas diarias y
contextos de interacción del paciente y su familia, así como su tipología,
ciclo vital familiar y composición. El resultado de nuestra intervención debe mejorar
la calidad de vida a largo plazo, y para ello, las familias deben sentirse apoderadas. Empoderar a la familia significa mucho más que la capacidad de
decidir lo que quieren. Deben tener la capacidad de tomar decisiones informadas
y en esa búsqueda, es donde nosotros podremos apoyarles.
La llegada de un familiar con discapacidad
se vuelve un evento extraordinario, inesperado e incomprensible para la
familia, reestructura la vida familiar, altera su dinámica y su cotidianidad.
Provoca un impacto en distintos niveles de la familia, tanto en lo relacional y
económico como en lo emocional y social, que exige la reorganización y
adaptación al contexto. Para que pueda sobrellevar esta situación la familia
debe presentar relaciones intrafamiliares positivas, de unión y cercanía entre
los miembros de la familia, crear un ambiente familiar cordial y afectuoso, la capacidad
de comunicación abierta y clara, libertad para la expresión emocional de
sentimientos, tanto de bienestar como de malestar, uso de redes de apoyo social
y familiar, donde se otorgue ayuda de tipo económico, instrumental o afectivo a
la familia. En cuanto a la persona del cuidador primario, esta debe poseer
autoconfianza, seguridad y habilidades sociales que le permiten generar redes
de apoyo, tener la capacidad de organización, planeación y resolución de
conflictos. A su vez, dicho perfil comprende una espiritualidad positiva,
conformada por sentimientos de esperanza y optimismo.
En el caso de adultos mayores,
este tipo de pacientes encontramos que son los mas vulnerables sobre todo si la
familia es pobre pues no solo el adulto mayor requiere de los cuidados, es toda
la familia, como menciona el artículo las familias con mayor riesgo son las que
cuentan con un adulto mayor con discapacidad pues aumenta la morbilidad de la
familia, el no contar con un seguro médico hace que aumente el riesgo así como no
contar con los recursos socioeconómicos, por ello la importancia de contar con políticas
que ayuden a este sector de la población, ejemplo de ello son los apoyos económicos
para los mayores de 60 años.
La condición de las familias
desplazadas, en particular la mujer se deteriora por el contexto sociopolítico
y la dificultad para insertarse laboralmente y generar ingresos muchos
desplazados residen en condiciones de hacinamiento, en viviendas expuestas a
problemas medioambientales y en situaciones de importantes déficit en los
servicios públicos, dentro de los problemas de salud mas frecuentes que
presentan son la edad materna a temprana edad, enfermedades infecto contagiosas,
enfermedades de transmisión sexual y acceso limitado a los servicio de salud
por lo que son una población en riesgo, la pobreza es la principal limitación
para acceder a los servicios de salud, dada la imposibilidad de efectuar el
pago de consultas, comprar medicamentos, o asumir el coste del transporte hacia
los centros de atención por lo que en este tipo de familias cuando se tenga la interacción
con ellas se deben dar alternativas para su atención, como ejemplo está el
INSABI que brinda servicios de salud gratuitos y de calidad a todas las
personas que se encuentren en el país y no cuenten con seguridad social.
Buenas tardes Dra. Zamora:
ResponderEliminarLa mujer se encuentra en desventaja si partimos del hecho de que esta se encuentre en una familia espacial, ya que es vista como un individuo débil que no puede trabajar a la par que un hombre, que requiere de cuidados especiales y que se desgraciadamente es vista como un objeto sexual. Las inmigrantes o desplazadas no tienen la seguridad que brinda un hogar, una familia, o redes de apoyo familiares y de seguridad social como una mujer que vive en su localidad, con sus seres queridos y un servicio médico, son las grandes desventajas de estas mujeres. Es por ello que el medico familiar tenemos la responsabilidad de conocer los programas de ayuda y organizaciones en pro de la mujer, la infancia o los migrantes; saberlos guiar y orientar para que sean utilizados.
Su actividad cumple con lo solicitado, buen trabajo, saludos.