Manejo
del dolor
El
cuidador primario del paciente con enfermedad terminal
Muchas veces nos vamos a topar
con casos en los que se tenga a un paciente con una enfermedad terminal y en
ella se incluya el manejo del dolor, por lo que se debe de realizar un doble
enfoque de la enfermedad (dirigido al paciente y al cuidador principal),
mantener una iniciativa constante ante las situaciones previsibles que se
suceden en el desarrollo de la enfermedad, adquirir un nivel de compromiso (que
debe ser explicado claramente al cuidador) para evitar situaciones de abandono
asistencial, ayudar a los cuidadores y a las familias a sobrellevar dignamente
el cuidado de sus familiares enfermos, y favorecer la elaboración de los duelos
que van emergiendo durante todo este largo, duro y difícil cuidado.
Bien menciona el artículo, se
debe de realizar pruebas al cuidador principal y a la familia desde un inicio y
en transcurso del desarrollo de la enfermedad del paciente, como, grado de
dependencia funcional (índice de Barthel), APGAR para valorar la función
familiar percibida por el cuidador, Duke-UNC para el apoyo social percibido por
la presencia o ausencia relativa de recursos de apoyo psicológico provenientes
de otras personas significativas. En el estudio de los artículos demuestran que las mujeres en la mayoría de
las veces son las cuidadoras principales por lo regular las hijas y respecto a
la salud mental del cuidador primario las áreas más afectadas fueron agobio,
incapacidad de disfrutar las actividades cotidianas e insomnio, por lo que es
importante no olvidar que el cuidador también puede dar manifestaciones del estrés del cuidador como el
estado psicológico de sobrecarga, agobio o malestar originado por la prestación
continua de cuidados al familiar con enfermedad crónica dependiente, y es el
resultado de un conjunto de sentimientos y percepciones negativas con respecto
a su función de cuidar.
El médico de familia cumple
funciones durante todas las etapas de la atención, desde el diagnóstico hasta
el fallecimiento del paciente, por lo que deben identificar a los cuidadores
primarios cuando estén al borde del colapso, logrando así fortalecer, desde el
inicio, adecuados vínculos de confianza en el ejercicio de sus habilidades
profesionales, interpersonales y de comunicación con la familia.
En el cuidado de los
pacientes y familias en el final de la vida es fundamental priorizar los
aspectos clínicos para poder intervenir y controlar los síntomas más
relevantes, ofreciendo bienestar para los pacientes y sus familia El médico de
familia puede detectar tempranamente estos síntomas físicos, así como las
alteraciones del estado de ánimo, tales como la depresión y la ansiedad ,
sentimientos de frustración y enojo derivados de la pérdida progresiva de la
funcionalidad, el miedo a la muerte y el aislamiento social.
Lo que respecta al dolor, cada
vez va en aumento el número de adultos mayores con comorbilidades, y signos y
síntomas desagradables como es el dolor crónico. Este fenómeno representa un
problema significativo para esta población, y erróneamente se suele considerar
algo normal del proceso de envejecimiento, y cuando ocurre a alguien joven de
la familia, repercute de una forma más impactante pues si se trata del jefe de
familia o la mamá pues se deberán hacer cambios importantes en la dinámica familiar,
algo muy importante y que por lo regular no se aborda cuando se trata de dolor crónico
en el esposo, es el coito, existen limitaciones para su realización que no solo
afectan a la relación como pareja sino el autoestima por lo que la pareja deberá
buscar alternativas, cuando se tiene un paciente con dolor crónico hay que evaluar el funcionamiento familiar,
para tal fin existe la herramienta FACES I y FACES II, entre otras, el manejo
del olor no solo requiere medidas farmacológicas y no farmacológicas, sino el
apoyo y comprensión de la familia hacia quien lo padece.
Dra. Vianey, tu comentario esta bien realizado y haces un análisis muy certero de los aspectos importantes de los artículos. Nos debe quedar la importancia del manejo del dolor no sólo como un componente físico, sino psicoemocional, requiriendo en muchas ocasiones un manejo multidisciplinario; así mismo, destacar que los pacientes que toman el rol de cuidadores primarios se deben observar seguir como portadores de factores de riesgo para complicación y desarrollo de patologías, por lo que el enfoque preventivo es fundamental y nuestro papel más importante como médicos familiares.
ResponderEliminarTe falto la referencia.
Buen trabajo.